Domingo. Irène Némirovsky
Una selección de la narrativa breve de una brillante escritora.
Desde la publicación de David Golder, que marcó el comienzo de su brillante carrera literaria, Irène Némirovsky concitó la admiración de los lectores por su lucidez y habilidad para captar las debilidades y flaquezas de la naturaleza humana. Este libro reúne, por primera vez, quince historias que aparecieron originalmente en distintas revistas francesas entre 1934 y 1940, una selección de su narrativa breve que atestigua el extraordinario talento para el retrato psicológico y social que Némirovsky demostró desde muy joven, así como su capacidad para condensar, con la máxima sobriedad y eficacia, esos acontecimientos decisivos que pueden dar sentido a toda una vida.
En el relato que da nombre a este volumen, una hija desafía a su madre en el seno de una familia en la que imperan la falsedad y la hipocresía, un tema muy cercano a la autora, que lo abordó de forma magistral en esa joya literaria que es El baile; en otro, se describe el despertar de la imaginación novelesca de una adolescente de quince años en el contexto de las aldeas arrasadas durante la revolución rusa; y en un tercero, se narran las relaciones entre unos hermanos y sus respectivos cónyuges durante los días y las noches que pasan reunidos junto al lecho de su anciana madre moribunda. Tres ejemplos en los que se vislumbran algunas claves de la vida de Irène Némirovsky: por una parte, los efectos de la guerra y el desarraigo; por otra, la petulancia y el engreimiento de la burguesía parisina, en cuyos salones la joven aspirante a escritora encontró la inspiración para convertir en palabras esas ideas y emociones que al común de las personas nos resultan efímeras e inasibles.